Un Paseo por Garachico

Garachico es un pueblo precioso lleno de historia. No lo decimos solo nosotros. Lo avala el haber sido distinguido como Bien de Interés Cultural, en la categoría de Conjunto Histórico por el Gobierno de Canarias en 1994, haber recibido la Medalla de Oro de las Bellas Artes en 1980, o formar parte de la lista de Los pueblos más bonitos de España, entre otros méritos.

Paseo por Garachico

Pasear por Garachico es descubrir, a paso lento, los tesoros que guarda uno de los cascos históricos más representativos y mejor conservados de Canarias. Encontrarás Casas Palacio, como la que hoy ocupa nuestro hotel, conventos, iglesias que guardan tesoros en su interior, o el castillo de San Miguel, superviviente de la erupción volcánica de Trevejo, que defendía la villa de los ataques piratas en la época de esplendor de este Puerto.

Recorre la Villa y Puerto de Garachico

Hoy te invitamos a perderte por sus calles sin prisas, deteniéndote a observar los detalles de las fachadas, e imaginando como era esta villa cuando, en vez de coches y turistas, en sus calles transitaban elegantes carruajes de los ricos comerciantes, y caballos que tiraban de carros repletos de barricas de canary wine para embarcar en los galeones que aguardaban en la bahía para llevarlos por todo el mundo.

 

Descubre uno de los pueblos más bonitos de España, Garachico.

El corazón de Garachico

Casa Palacio de los Marqueses de La Quinta Roja

Si tienes la suerte de haber despertado entre estos muros de piedra centenarios, ya formas parte de la historia de uno de los inmuebles más importantes de la Villa de Garachico: la Casa Palacio de los Marqueses de La Quinta Roja, uno de los principales exponentes de la arquitectura doméstica del barroco canario.

 

Eres afortunado porque tienes el privilegio de explorar su interior, con su escalera de piedra, sus balconadas de tea que han sobrevivido al paso de los siglos; o subir el aljimez, desde donde el Marqués de La Quinta Roja controlaba la llegada de los barcos al puerto. O quizás hayas despertado bajo los artesonados mudéjares de las habitaciones de la planta noble de esta casa, donde vivía el marqués junto a su familia.

Una Casa Palacio con historia

La ubicación de este inmueble, frente al ayuntamiento y rodeada de la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, el antiguo Convento de San Francisco y la Casa de Piedra, hogar de los Condes de La Gomera, indica la relevancia que tenía su primer propietario, Don Cristóbal Ponte y Llarena, primer Marqués de La Quinta Roja, descendiente directo del fundador de Garachico, el banquero genovés don Cristóbal Ponte.

Esta casa se comenzó a construir en 1689, en plena época dorada de la Villa y Puerto de Garachico. Tras la erupción de 1706, que afectó gravemente al puerto y a buena parte de las construcciones del pueblo, el tráfico de mercancías se trasladó al Puerto de La Orotava y al de Santa Cruz, y,  con ello, las familias más poderosas de la isla, como el Marqués de La Quinta Roja, que cedió esta casa durante  años a las monjas clarisas, que habían perdido su convento con tras un grave incendio.

El Ex Convento de San Francisco y la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles

El paseo por la historia de Garachico arranca nada más cruzar el umbral de la puerta de entrada de nuestro hotel. A la izquierda de la Glorieta, flanqueada por tres esbeltas palmeras, encontrarás la Iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles y el antiguo convento de San Francisco, que comenzó a construirse en 1524 sobre unos terrenos cedidos por D. Cristóbal Ponte, fundador de esta Villa, a la Orden Seráfica. Junto a estos terrenos se encontraba una ermita de su propiedad dedicada a la Virgen de los Ángeles, que se integró en el conjunto conventual.

En la fachada encontrarás dos puertas gemelas adornadas con cantería. La de la izquierda corresponde a la Capilla de la Vera Cruz, una capilla lateral mandada a construir en el siglo XVII por la cofradía homónima, a la que pertenecían miembros distinguidos de familias destacadas de Garachico. Junto a la torre se encuentra la puerta principal de acceso a la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles, en la que están enterrados D. Cristóbal Ponte y su esposa, Doña Ana de Vergara.  Los primeros viernes de cada mes se celebra misa a las 18:30, por lo que es una oportunidad para acceder a ella y visitar su interior, ya que solo abre para este servicio religioso y en fechas destacadas.

 

El convento de los dos claustros

El antiguo convento de San Francisco es un edificio de dos plantas, con dos espaciosos claustros construidos en madera de teca. Te recomendamos que los recorras y contemples sus balconadas, gárgolas, columnas de madera y la escalera de piedra cubierta con un artesonado mudéjar.

Durante la desamortización de Mendizábal, en el siglo XIX, fue exclaustrado y, actualmente, es un espacio cultural que acoge la biblioteca pública y el archivo municipal, así como varias exposiciones permanentes “Canarias, volcanes en el Océano”; “Muestra de fotografías antiguas de Garachico” y una “Colección de Conchas, Fósiles, Minerales y Rocas” del Profesor Walter Haehnel.

Durante la celebración del Festival Internacional de Cine Medioambiental de Canarias (FICMEC), a finales de mayo,  el techo de uno de los claustros es cubierto para convertirlo en una sala de cine.

La Casa de Piedra

La Casa Palacio de los Condes de La Gomera, conocida popularmente como La Casa de Piedra, destaca en uno de los extremos de la Glorieta.  Su singular fachada de piedra negra de cantería,  y sus columnas talladas que enmarcan la puerta te llamará la atención. Fue construida por maestros canteros llegados de Gran Canaria.

Esta Casa Palacio es otro de los inmuebles destacados de Garachico. Fue construida en 1666 por orden de una de las familias aristocráticas provenientes de Castilla, y pasó a manos de los Condes de La Gomera, por alianzas matrimoniales. Resultó gravemente afectada por la erupción volcánica del volcán de Trevejos en 1706, reconstruyéndose posteriormente según el proyecto inicial.

Actualmente ha sido rehabilitada por el Ayuntamiento y se emplea como espacio de arte, aunque hay un proyecto para convertirla en un museo sobre la erupción volcánica de Garachico.  En su interior encontrarás una serie de paneles en los que se narra la historia de esta casa.

La Plaza de La Libertad

Frente a La Casa de Piedra se encuentra la animada Plaza de la Libertad, en cuyos terrenos se hallaban antiguamente parte de los huertos de la casa del Marqués de la Quinta Roja.

 

Destaca su kiosco de música, diseñado en 1912 por D. Ramón Arocha según un modelo que trajo de Méjico y que quiso aplicar en su pueblo natal. Alrededor de sus mesas, siempre solicitadas, se reúnen locales y foráneos.

Simón Bolívar y Garachico

En un extremo de la plaza se encuentra la estatua en honor a Simón Bolívar, libertador de América. La vinculación de Garachico con Venezuela es muy fuerte, ya que una importante parte de su población emigró. Fue la “Agrupación de Amigos de Garachico” en Venezuela la que encargó esta estatua al escultor grancanario Juan Jaén en 1970.

Por otro lado, unos estudios genéticos han acreditado que Simón Bolívar era descendiente directo de Cristóbal de Ponte, y que llevaba sangre guanche fruto la relación extramarital del fundador de la Villa con una mujer aborigen, Juana Gutiérrez. El vínculo de Garachico con Venezuela se sigue fortaleciendo.

 

Desde aquí podemos seguir el recorrido hacia la Iglesia de Santa Ana, cuya torre preside esta plaza.

 

Iglesia Matriz de Santa Ana

La Parroquia de Santa Ana se comenzó a construir en 1532 y es uno de los templos más bellos y ricos del norte de Tenerife. Resultó gravemente afectada por la erupción volcánica por lo que se reconstruyó posteriormente siguiendo el proyecto inicial.

En su armónico interior encontramos una destacada obra del siglo XVII, El Crucificado, de Martín de Andújar, escultor sevillano afincado en Garachico, policromada por el pintor flamenco Juan Excroft. Una imagen realista y de gran dramatismo que ocupa el centro del altar.

 

El Cristo de Maíz

 

Otra de sus joyas es el retablo e imagen del Cristo de la Misericordia, obra del siglo XVI realizada por los indios tarascos de Michocán en México, en pasta de maíz. Esta imagen es heredera de las técnicas que utilizaban los indígenas mejicanos para crear representaciones de sus dioses prehispánicos. Unas imágenes ligeras que podían llevar al campo de batalla. Tras la llegada de los conquistadores españoles se adaptó esta técnica  a la iconografía católica, para producir los conocidos como Cristos de Maíz.

 

El Cristo de la Misericordia es venerado en Garachico, y, sale en procesión cada Semana Santa y durante las fiestas lustrales de Garachico que se realizan en su honor cada cinco años.

Imagen del Cristo durante las Fiestas Lustrales celebradas en 2015

El Puerto de Garachico

La Puerta de Tierra

La erupción volcánica de 1706 destruyó gran parte de esta villa y su importante puerto transformando la orografía y la economía de Garachico y truncando su futuro.

En el Parque de Los Poetas, a los pies de la montaña, en la que vemos restos de las coladas del volcán, y a varios cientos de metros del mar, se encuentra un testimonio que nos ayuda a entender cómo la erupción de Trevejos transformó el Puerto de Garachico.

La Puerta de Tierra, situada ahora tierra adentro en medio de un agradable jardín tropical, era la puerta por la que entraban y salían todas las mercancías y personas en el Puerto de Garachico.

Paseando por este jardín encontrarás tambiénun lagar antiguo, que nos recuerda la importancia que tuvo Garachico con la producción y la exportación del canary wine.

Un busto del banquero genovés Cristóbal de Ponte, que financió en parte la Conquista de Tenerife y fundó Garachico, vigila desde lo alto.

El Castillo de San Miguel

Recorre ahora el espacio que separa la Puerta de Tierra hasta la actual linea de costa. Comprobarás el terreno que se ganó al mar con las coladas volcánicas.

Puedes echar a volar la imaginación e imaginar cómo era esta bahía en el siglo XVI cuando los navíos provenientes de África, América y Europa esperaban su turno para descargar y cargar sus mercancías.

Desde la avenida observa el Castillo de San Miguel construido en 1575, para proteger el Puerto de Garachico de los crecientes ataques piratas.

 

El guardian de Garachico

 Esta fortaleza, de planta cuadrada, luce sobre la puerta de entrada varios escudos, entre los que aparecen las armas heráldicas del emperador Carlos I de España y V de Alemania, padre de Felipe II, quien también las usaba. 

El único castillo que se construyó  en Garachico sigue en pie. Un superviviente de la erupción de Garachico y testigo de la historia de este pueblo. El guardián de Garachico ante los ataques piratas, ahora acoge un Centro de Información Patrimonial para aprender sobre el volcán de Arenas Negras.

El Muelle Viejo

La Bahía de Garachico era una rada natural perfecta por la que se centralizó el tráfico de mercancías de Tenerife con América, África y Europa en el siglo XVI y XVII, convirtiendo a  Garachico en la capital económica de la isla.

 

La importancia de este Puerto fue la responsable del desarrollo económico y cultural que vivió esta Villa, que llegó a contar con un castillo, un hospital, cinco conventos y varias iglesias, además de numerosas casas palacios.

 

Tras la erupción volcánica el puerto  quedó inutilizado y el tráfico de mercancías se desvío al puerto de La Orotava y al puerto de Santa Cruz, produciéndose el declive económico de Garachico.

 

El muelle  que podemos contemplar hoy fue construido posteriormente a la erupción y conserva su pavimento original.

La Puerta sin puerta

Al final de este muelle se encuentra la escultura  Tensei Tenmoku (Puerta sin Puerta) del artista japonés Kan Yasuda. Esta escultura, hecha de mármol de Carrara, fue concebida para instalarse en las Ramblas de las Tinajas de Santa Cruz de Tenerife, junto a otras esculturas de artistas internacionales. Tras la negativa del alcalde a su instalación,  el artista volvió a la isla a buscar un nuevo emplazamiento para su escultura y lo encontró en el espigón del Muelle de Garachico. «El mejor lugar que puede haber para una escultura mía es este», dijo al verlo.

Esta escultura se ha convertido en una de las señas de identidad de Garachico y uno de sus rincones más fotografiados.

Los Fuegos del Risco

Si le das la espalda al mar podrás contemplar en la ladera de la montaña los restos de las coladas de lava. Este es el escenario en el que se produce una de las representaciones más destacadas de las fiestas lustrales de Garachico, que se celebrarán este verano, los Fuegos del Risco. Bolas de fuego descienden por la ladera para recrear las lenguas de lava de la erupción del volcán de Trevejo en 1706. La noche finaliza con un espectáculo piromusical que ilumina toda la bahía.

 

Un espectáculo que ha transformado en belleza uno los episodios más dramáticos  de la historia de esta villa, y que ha hecho de Garachico un pueblo resilente.