En 2001 abrimos las puertas del Hotel La Quinta Roja, después de varios años de arduos trabajos de rehabilitación en los que se logró conservar el 80% de las maderas originales del patio y los techos, la escalera de piedra de inicios de del siglo XVII y las ventanas de la fachada principal.
Devolvíamos a la vida una de las edificaciones más importantes de Garachico, la Casa Palacio de los Marqueses de la Quinta Roja, descendientes directos del fundador de la Villa y Puerto de Garachico, el banquero genovés D. Cristóbal Ponte. Toda una responsabilidad para mi padre, José Moriana Santisteban, un garachiquense distinguido.
En 2001 abrimos las puertas del Hotel La Quinta Roja, después de varios años de arduos trabajos de rehabilitación en los que se logró conservar el 80% de las maderas originales del patio y los techos, la escalera de piedra de inicios de del siglo XVII y las ventanas de la fachada principal.
Devolvíamos a la vida una de las edificaciones más importantes de Garachico, la Casa Palacio de los Marqueses de la Quinta Roja,
descendientes directos del fundador de la Villa y Puerto de Garachico, el banquero genovés D. Cristóbal Ponte. Toda una responsabilidad para mi padre, José Moriana Santisteban, un garachiquense distinguido.
Desde el inicio sentimos que La Quinta Roja tenía que ser mucho más que un acogedor hotel con mucha historia. Queríamos compartir con nuestros huéspedes nuestra forma natural de vivir, haciéndoles sentir como en casa, estando siempre a su disposición cuando nos necesitaban, y contagiándoles nuestra pasión por la naturaleza, la historia, la cultura y la gastronomía de nuestro pueblo y de la isla.
Más de veinte años después, toda la familia de La Quinta Roja seguimos recibiendo a nuestros huéspedes con una sonrisa, y nos emociona cuando al despedirnos nos cuentan que ya están deseando volver.
NUESTRO EQUIPO
El equipo humano de La Quinta Roja es como una pequeña gran familia.
Estamos a tu disposición para que disfrutes de una estancia inolvidable entre nosotros.
UNA HISTORIA EN COMÚN
Archivo de fotografía histórica de Canarias. Cabildo de Gran Canaria/Fedac
La historia de La Quinta Roja y de la Villa y Puerto de Garachico tienen un nexo común, la Familia Ponte.
Don Cristóbal Ponte y Llarena, primer Marqués de La Quinta Roja, fue descendiente directo de don Cristóbal Ponte, el banquero genovés que fundó esta ilustre Villa en 1496.
Casi dos siglos más tarde, en 1689, el Marqués de la Quinta Roja mandó a construir esta Casa Palacio que se ha convertido en uno de los exponentes de la arquitectura doméstica del Barroco Canario.
La Casa Palacio del Marqués de La Quinta Roja ocupa un lugar destacado en el pueblo de Garachico, frente al Antiguo Convento de San Francisco, el Ayuntamiento y el espacio cultural Casa de Piedra, antigua casa de los Condes de La Gomera, y junto a la plaza de la Libertad y la Iglesia de Santa Ana.
Una casa que ha vivido muchas vidas: Casa Palacio de ilustres familias, convento temporal, escuela de música, dependencias municipales… Muchas historias contenidas entre estas paredes centenarias que hoy acogen a nuestros huéspedes.
Siglos después de su construcción, La Quinta Roja sigue siendo testigo del día a día de sus habitantes y visitantes, de sus celebraciones y fiestas, y de su vibrante vida cultural, que disfrutamos desde esta privilegiada atalaya en el corazón de Garachico.
La historia de La Quinta Roja y de la Villa y Puerto de Garachico tienen un nexo común, la Familia Ponte.
Don Cristóbal Ponte y Llarena, primer Marqués de La Quinta Roja, fue descendiente directo de don Cristóbal Ponte, el banquero genovés que fundó esta ilustre Villa en 1496.
Casi dos siglos más tarde, en 1689, el Marqués de la Quinta Roja mandó a construir esta Casa Palacio que se ha convertido en uno de los exponentes de la arquitectura doméstica del Barroco Canario. La Casa Palacio del Marqués de La Quinta Roja ocupa un lugar destacado en el pueblo de Garachico, frente al Antiguo Convento de San Francisco, el Ayuntamiento y el espacio cultural Casa de Piedra, antigua casa de los Condes de La Gomera, y junto a la plaza de la Libertad y la Iglesia de Santa Ana. Una casa que ha vivido muchas vidas: Casa Palacio de ilustres familias, convento temporal, escuela de música, dependencias municipales... Muchas historias contenidas entre estas paredes centenarias que hoy acogen a nuestros huéspedes. Siglos después de su construcción, La Quinta Roja sigue siendo testigo del día a día de sus habitantes y visitantes, de sus celebraciones y fiestas, y de su vibrante vida cultural, que disfrutamos desde esta privilegiada atalaya en el corazón de Garachico.